En un sueño


Clara giraba en su cama dormida, como si quisiera retener algo que se le escapaba. 

Inevitablemente despertaba en la madrugada con la sensación de haber dejado escapar algo muy valioso, pero debido a la manera abrupta de despertar, su cerebro bloqueaba aquello que había soñado dejándole solamente la sensación de pérdida.

Un día cualquiera, poco a poco, los recuerdos comenzaron a aparecer.

Su primer recuerdo fue algo vago. Apenas una silueta envuelta en la bruma,  un lago de fondo y silencio.
Suspiraba recordando ese fragmento mientras cruzaba el parque rumbo a la parada de autobús.


Algún tiempo después, el recuerdo de un paisaje familiar, voces al azar, colores.
Se sentó en la cocina y se sirvió un café pensando que ese lugar se le hacia conocido. 
- Tengo esa extraña sensación de saber dónde es, sin saberlo. 
Por alguna razón, aunque ese sueño llegaba en fragmentos, sabía que era el mismo sueño
Terminó su café y salio de casa.
  

Poco a poco la figura del sueño envuelta en la bruma se fue haciendo más clara, la voz e increíblemente los olores ya eran parte del recuerdo de esas noches, hasta que por fin la imagen clara ante ella, en ese sueño se hizo palpable. 

Delante de ella el hombre más hermoso que su imaginación podía haber creado y estaba ahí solo para ella. 
- Te estaré esperando ahí, donde los globos juegan con el viento. -  decía él
- Cuando  te veré? - preguntó Clara
- Cuando rompas la rutina y mires hacia donde no has mirado jamás.

Todos los días posteriores durante una semana, el sueño terminaba igual. Él, siempre esperándola en el mismo lugar.

Mientras pensaba eso, como habitualmente lo hacía, cruzaba el parque hacia el autobús.
Entre las prisas de la vida no se percató de esa mirada a la distancia, que esperándola estaba junto a los globos que juegan con el viento.


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