En el tren

Eran las 19:59 hs, Walter abordó en París el tren de vuelta a Milán. Era un viaje de  9 horas y media y estaría llegando a la madrugada a casa. Ansiaba ver a Elena, su esposa y al pequeño Filippo. Había hecho una familia hermosa. 

Entró en el vagón compartido que tenía un par de camas individuales. No había nadie más. Se recostó en la cama pero aunque quiso, no pudo conciliar el sueño. Se sentía algo inquieto sin saber porqué razón pero no tardo en descubrirlo.

De pronto se abre despacio la puerta y se enciende la luz. Walter se incorpora sorprendido.

- Giovanna? - Ambos se miran con sorpresa y alegría - Wow, Que sorpresa. Cuanto tiempo, 6, 7 años?- dijo Walter poniéndose de pie.
Walter? No lo puedo creer,  que pequeño es el mundo!. Sí, ya van a ser 8 años que no nos vemos.
Ninguno se acercó al otro. Ambos estaban sorprendidos de verse después de tanto tiempo. 
- Cómo has estado? Que haz hecho?
- Bien, muy bien. Gracias. He estado trabajando en ventas de una compañía telefónica en Verona. - Ambos se sentaron uno en cada cama.
- Y que hacías en París?
- Vacaciones. Pero se han terminado y me esperan 11 horas y media de tren. Y tú, que hacías en París?
- Trabajo. Conseguí un empleo en una compañía constructora que tiene algunas sucursales en el extrajero y fuí a supervisar algunas obras.
- Que bien. - Giovanna hizo una pausa. -  Estoy muy cansada.
- Y con quien vienes?  Tienes pareja, eres feliz?
Giovanna respondió solo con un bostezo.
- Si quieres puedes dormir aquí. - dice Walter tartamudeando.- Yo me bajo en Milán.  Quieres un café?
Walter salió en busca del café sin esperar respuesta.
En el tren no había ni un alma. Su mente empezó a divagar.

Giovanna bajó la cortina para ocultar el sol que se estaba poniendo.

Walter estaba nervioso, ver a Giovanna le trajo muchos recuerdos y emociones que pensaba olvidadas. Estaba exactamente igual que hacía 8 años, aunque más madura. Mas mujer,
- Será casualidad, cosa del destino? - pensaba para sus adentros.

Tomó el café y regresó al vagón. Extiende el vaso a Giovanna en silencio y se sienta frente a ella.
Los dos permanecieron en un largo silencio  incómodo. Walter se sintió anclado a sus zapatos y con unas incontrolables ganas de besar a Giovanna en  ese momento.

Giovanna, que haces? - dice Walter mientras ella se le acerca.
Ella no responde y simplemente lo besa.

Walter no puede detenerla. No quiere. Se deja llevar olvidándose de todo y perdiéndose en ese característico olor a humo de cigarro mezclado con el perfume que ella usaba, que él aún recordaba. Los recuerdos se hicieron presente para darle rienda suelta a los deseos escondidos por tantos años.
Ella lo abraza y ambos caen en la cama; ella encima de el. Como en los viejos tiempos.

Todo el ritual se repitió por varias horas hasta quedarse casi dormidos. 

Giovanna se levanta en silencio y se viste despacio. Walter quisiera hablarle, aclarar las cosas, pero se da cuenta que no tiene argumentos. El perfume de Giovanna en su piel le ha dejado la mente en blanco. Ella ahora parece lejana. 
- Que hora es?
- Las 5
Se dá cuenta que está a punto de llegar a su destino y al fin del reencuentro. Se viste mientras ella sale del vagón.
Intenta explicarse lo que ha pasado ahí pero está confundido. 
Giovanna se sienta en el sillón de un vagón más adelante junto a la ventanilla.

El tren se detiene y Walter baja. No puede dar un paso. Permanece ahí, de pie mirando al tren. Deseando secretamente que ella baje también. Elena y Filippo han desaparecido de su mente.
De pronto el tren retoma su camino y logra ver a Giovanna  sentada mirando al infinito.  No puede dar un paso hasta que se da cuenta que ya el tren se ha ido llevándose con él un capitulo que vuelve a abrir una historia que creía olvidada en el pasado.







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